Por: Fernando Barrero, vicerrector Académico y de Investigación 

Estados Unidos sale de la recesión y crece el 0.6 por ciento en el tercer trimestre del año. Por fin, la economía de Estados Unidos logró dejar atrás las caídas que hicieron que entrara en un momento de recesión técnica, permitiéndole crecer al final del año. De acuerdo con los datos entregados el 27 de octubre de 2022 por la Oficina de Análisis Económico (BEA, como sus siglas en inglés), la economía creció un 0.6 por ciento, mientras que la tendencia anual de crecimiento se situaba en un 2.6 por ciento. 

           Durante los trimestres anteriores, Estados Unidos registró caídas intersemestrales del 0.4 y 0.1 porciento, lo que trajo la consecuencia de una recesión técnica de la economía. Temas como el aumento del PIB hicieron posible una mejora de las exportaciones y del gasto de los consumidores, así como también de la inversión no residencial y del gasto público, como el federal y el estatal; que lograron compensar el decrecimiento en la inversión residencial. 

           En este caso, la administración del actual presidente Joe Biden junto a varios economistas, descartaban que los Estados Unidos hubiese entrado en recesión técnica, pues la solidez del mercado laboral haría que esto no fuera aplicable. Además, los analistas esperaban un crecimiento del PIB de 2.3 por ciento en el tercer corte del año. 

           Por otro lado, a través de un análisis de la BEA, se expone cómo existen diversos componentes de la economía que aún no se han recuperado, como lo es el consumo de los hogares por la elevada inflación que se ha estado presentando. La estadística explica que, en este sentido, el gasto de los consumidores mejoró por el aumento del gasto de servicios (salud, viajes), pero el consumo de bienes descendió. En este último caso, bajó sobre todo el gasto en automóviles, al igual que el dinero que estaba destinado a alimentos y bebidas. 

           En cuanto al aumento del gasto público, este se debe al mayor gasto en defensa en el caso del Gobierno federal y el aumento de las compensaciones a empleados por parte de los gobiernos estatales y locales. La bajada de la inversión residencial se notó en las construcciones familiares y en las bajas comisiones de los vendedores de inmobiliarios. 

           Dicho esto, se puede decir que el crecimiento se ha producido en un contexto de inflación elevada y por las consecuencias subidas de tipo de interés al igual que los problemas en la cadena de suministro; pero también por el bajo desempleo y un fortalecimiento del dólar. 

           A través de un comunicado público, Biden recriminó a los “agoreros” que han argumentado que la economía estadounidense estaba en recesión técnica. De acuerdo con el comunicado, “hoy tenemos la prueba de que la recuperación económica sigue avanzando” luego de presentar que el reto principal de su gobierno será disminuir la inflación. Biden insistió en su mensaje político que asegura que su gobierno trabaja por la contención de los precios que ocurre por recortar impuestos a los ricos y a las grandes corporaciones y que los hogares asuman un mayor coste de la energía o de medicamentos. Sin embargo, los riesgos de recesión continúan para los próximos meses y hasta Joe Biden confirmó que aún existe la posibilidad de entrar en una recesión muy leve en los próximos meses. 

Esta situación marcará el inicio de 2023 por lo cual vale la pena seguir de cerca el comportamiento con una de las economías más grandes del mundo, dado que impacta en cascada a otras regiones como América Latina.