En un momento de incertidumbre como el que estamos viviendo, es importante plantearse de qué otras formas podemos generar valor en nuestras organizaciones.

Es probable que en el corto plazo no podamos hacerlo como veníamos hasta hace apenas unas semanas. Sin embargo, estamos obligados a continuar respondiendo a nuestros grupos de interés, por el bien de nuestras organizaciones y de nuestro país.

Sin duda el entorno ha cambiado y ante un cambio tan drástico y repentino es probable que nuestras actuales estrategias ya no funcionen. 

Es hora de cambiar el pensamiento causal y utilizar el pensamiento efectual. Sobre el pensamiento causal están basadas nuestra organizaciones, inician con un objetivo claramente definido para el cual desarrollan estrategias, planes y presupuestos a lograr en un periodo determinado, mientras que el pensamiento efectual se recomienda utilizar cuando el futuro es incierto como el de hoy. 

De fondo el pensamiento causal busca predecir el futuro mediante la planificación, mientras el pensamiento efectual busca crear y controlar el futuro a través de estrategias para no tener que predecirlo. 

El pensamiento efectual es un modelo de comportamiento emprendedor que se fundamenta en cinco principios:

1. El principio de pájaro en mano (Bird in Hand Principle). Este es un principio de acción impulsado por los medios (en oposición a los objetivos). Este plantea que debemos hacer un inventario de todo lo que tenemos y está a nuestro alcance: quienes somos, nuestros conocimientos, red de contactos y recursos en el sentido amplio de la palabra y, a partir de ahí, descubrir nuevos posibles objetivos o nuevas formas de llegar a ellos.

2. El principio de pérdida accesible (Affordable Lost Principle). Este principio prescribe comprometerse por adelantado con lo que uno está dispuesto a perder, en lugar de invertir en función de cálculos sobre los rendimientos esperados del proyecto.

3. El principio de la limonada (Lemonade Principle). Este principio sugiere reconocer y apropiarse de la contingencia para crear nuevas oportunidades, mediante la gestión de las sorpresas en lugar de tratar de evitarlas. 

4. El principio del edredón de retazos (Crazy-Quilt Principle). Este principio implica negociar con todas las partes interesadas que estén dispuestas a asumir compromisos reales con el proyecto, sin preocuparse por los costos de oportunidad ni llevar a cabo análisis competitivos elaborados.

5. El principio del piloto en el avión (Pilot in the Plane Principle). Este principio insta a depender y trabajar con el talento humano como el principal conductor de oportunidades, en lugar de limitar los esfuerzos empresariales para explotar factores exógenos tales como trayectorias tecnológicas y tendencias socioeconómicas.

Es probable que sus organizaciones hayan desarrollado capacidades que solo han sido utilizadas, o incluso subutilizadas, a lo interno de su organización. ¿Será que estos medios hoy nos permiten llegar a nuevos mercados, desarrollar nuevos productos o crear valor de alguna manera distinta frente a este nuevo entorno? 

Podemos citar como grandes corporaciones están utilizando sus sistemas productivos para apoyar la presente crisis, por ejemplo, Inditex para fabricar productos sanitarios o la prestigiosa marca Louis Vuitton para elaborar desinfectantes de manos. Estas corporaciones están haciendo uso de sus medios para generar valor en un entorno distinto al planificado.

Es momento de hacer las cosas diferentes, pueden reflexionar en qué se han convertido sus organizaciones y evaluar nuevos posibles objetivos aprovechando lo que hoy son para continuar avanzando hacia a lo que desean ser.

Eric Moreno

Prof. Operaciones Barna Management School