En 2007 Naciones Unidas proclamó el 2 de octubre como el Día Internacional de la No Violencia. Con motivo del natalicio y legado de Mahatma Ghandi, se buscó promover una agenda política que invite a las sociedades de todo el planeta a promover el cambio social desde la acción no violenta. Se creó este día con la premisa de “difundir el mensaje de la no violencia, a través de la educación y la conciencia pública”[1]. Me gustaría reflexionar sobre la importancia que tiene el aplicar los principios de la filosofía de la acción no violenta, como fundamento para la creación y consolidación de ideas de emprendimiento social.

¿Qué es la acción no violenta?

De acuerdo con Gene Sharp[1] “La acción no violenta es una técnica por medio de la cual las personas que rechazan la pasividad y la sumisión pueden llevar adelante su lucha sin violencia”[2]. La manifestación de este principio tiene diferentes expresiones, el arte, la música, la cultura y la consolidación de estas expresiones en emprendimientos, marcan una ruta de implementación de este principio en la cotidianidad, y a su vez, en la creación de tejido empresarial y social.

Como ejemplo más relevante, está el proceso liderado por Mahatma Gandhi[3], “que se fundamentó esencialmente en una acción dirigida desde una opción moral; fundamentada en la elección incondicional de la no violencia como la forma de actuar en un conflicto”[4].

En tal medida los principios sobre los cuales se llevan a cabo estas acciones son: “el diálogo, visto como la comunicación con el oponente; el coraje, expresado en el compromiso de no ceder ante el miedo a la violencia ni a la injusticia, la búsqueda de la verdad y la persistencia, entendido como el compromiso de perseguir finalidades de largo plazo y explorar sin reposo soluciones que beneficien a las diversas partes de un conflicto”[5].

¿Qué tiene que ver el emprendimiento social?

Es una manifestación de la acción no violenta en función de la promoción del cambio social. Pues estas iniciativas identifican y promueven soluciones a situaciones históricas de desigualdad, marginación y segregación en sus entornos; desde la transformación de su propia historia, a partir de la creación de causas sociales que perduren en el tiempo y ganen protagonismo, configurando sociedades más justas.

En tal medida, se plantea la necesidad de fortalecer iniciativas que promuevan culturas de paz y empoderamiento. Esto es, promover la creación de propuestas de valor que logren liderar estas transformaciones en las sociedades, bajo los principios del acceso a los derechos. Siendo la visibilización, el reconocimiento, la no discriminación y la igualdad las metas más recurrentes en las agendas de estas iniciativas. 

La oportunidad de difundir la creatividad materializada en nuevos bienes y servicios para un entorno social, deben ir acompañados de mensajes de sensibilización, promoción de nuevas formas de consumo y comportamiento.

En la actualidad muchos movimientos sociales y colectivos de todas las edades, decidieron ayudar a sus comunidades a luchar contra los efectos del covid-19, a través del arte, las nuevas tecnologías o el uso creativo de las redes sociales. Es su manera de construir “el mundo que vendrá después”.

La crisis social desatada por el coronavirus en todas las sociedades del planeta ha generado un movimiento social liderado por jóvenes, los cuales en cada uno de sus entornos lograron “tomar conciencia del poder de las redes sociales para difundir mensajes” reconociendo que eran los mejor situados “para ayudar a los más vulnerables”.

Ayuda a refugiados, personas sin hogar, la promoción del arte y la música como formas de reconocimiento a quienes han luchado por atender la pandemia, y los reclamos sociales en ciudades capitales desde Hong Kong hasta Santiago de Chile, anuncian que el cambio social es posible.

Hechos de racismo, xenofobia y discriminación crean un panorama de falta de sensibilización por el otro, lo que muestra que el tiempo avanza más rápido que la mentalidad y el comportamiento de las sociedades, en donde muchas, se mantienen aún en épocas monárquicas, incluso feudales.

En tal medida, podemos concluir que hoy más que nunca la acción violenta cobra gran relevancia, frente a las tensiones que viven gran parte de los países, en donde la pandemia ha profundizado la pobreza, el desempleo y la perdida de las condiciones materiales básicas para subsistir. Eso sin contar, la mortalidad y destrucción familiar de quienes han perdido a sus seres queridos.

En este panorama el emprendimiento social deberá jugar un papel protagónico en la configuración de nuevas economías, donde la sensibilización y el reconocimiento del otro, la sostenibilidad y la creatividad derivada de la necesidad generada por la pandemia, creen iniciativas útiles a las personas y al medio ambiente. Esto ojalá logrando acercarnos de manera sensibilizada a nuestros propios entornos.

[1] Ver. https://www.un.org/es/observances/non-violence-day

[1] Filósofo, político, profesor, politólogo y escritor estadounidense, conocido por su extensa obra en defensa de la no violencia como lucha contra el poder. 1928-2018

[2] Ver. https://www.un.org/es/observances/non-violence-day

[3] Mohandas Karamchand Gandhi fue el dirigente más destacado del Movimiento de independencia de la India contra el Raj británico, para lo que practicó la desobediencia civil no violenta, además de pacifista, político, pensador y abogado hinduista indio. 1869-1948

[4]Ver.https://www.urosario.edu.co/Universidad-Ciencia-Desarrollo/ur/Fasciculos-Anteriores/Tomo-II-2007/Fasciculo-1/ur/Que-es-accion-politica-noviolenta/

[5] Ver. https://www.urosario.edu.co/Universidad-Ciencia-Desarrollo/ur/Fasciculos-Anteriores/Tomo-II-2007/Fasciculo-1/ur/Que-es-accion-politica-noviolenta/