El 2022 es un año que será muy dinámico en términos sociales, políticos y económicos. Así lo resaltan varias proyecciones, que en común consideran la búsqueda de las grandes corporaciones y gobiernos, por retomar el “control” y capitalizar las necesidades y oportunidades que ha dejado un 2020 de crisis, un 2021 de adaptación y un 2022 de nuevas reglas de juego.  

La pregunta, entonces es, ¿Cuáles serán estas reglas? Saxo Bank nos da algunas luces, con su ya conocido listado de tendencias, disrupciones económicas o cisnes negros para este 2022. Estos se explican como eventos que parecen poco probables, atípicos por no tener antecedentes, que tengan consecuencias muy fuertes en las dinámicas geopolíticas, y que, con el tiempo, pueden convertirse en nuevas tendencias predecibles y explicables. 

Con esta perspectiva el gigante financiero propone 10 cisnes negros para este año.  

El tema energético tomará un protagonismo central. En primer lugar, lo anunciado en la COP 22 por trabajar por la reducción de energías fósiles, no tendrá el protagonismo esperado, dadas las crisis de generación de materias primas, funcionamiento de cadenas logísticas y de abastecimiento, que ahora piensan en resolver sus problemas de producción y comercialización, por lo que, la fuente energética que los impulsa no entrará dentro del ajuste de sus modelos. Una mala noticia para el medio ambiente, pero una necesidad a resolver en términos de consumo global. Lo que entre otras nos recuerda, que estos años de pandemia poco o nada han cambiado nuestros patrones de consumo. Un interrogante muy grande para reflexionar. 

En la misma medida, la India al ser una potencia tecnológica, tomará gran fuerza como potencia de su región. Esto sustentado en las crecientes políticas desglobalizadoras que se han impulsado a partir de la guerra comercial de Estados Unidos y China, así como de los cierres sistemáticos producidos por la Pandemia, lo cual abre oportunidad a nuevos jugadores de gran poder político y económico. Por su parte, la Unión Europea creará un super fondo de 3 billones de euros, apalancado en pensiones y no en nuevos impuestos, para trabajar en temas de cambio climático, seguridad fronteriza y energética. Entre otras para hacer frente a la migración, y seguramente para asegurar su poder sobre territorios ricos en recursos naturales. 

Los primeros cisnes negros entonces nos hablan de nuevas dinámicas geopolíticas, donde se mantiene la dependencia de energías fósiles no renovables y la búsqueda del poder regional, desde la supremacía geográfica y tecnológica de grandes potencias, tradicionales y emergentes. Un resultado adicional de estas dinámicas es que se estima que la lucha trascienda las fronteras terrestres. La lucha por el turismo espacial, la conquista de nuevos mundos, y la carrera por el descubrimiento y la comprensión del universo, hoy marcan una nueva lucha entre agencias espaciales. También se pone a prueba filosóficamente hablando la necesidad humana del descubrimiento y la conquista, que ahora mira a las estrellas, pues el planeta parece ya un escenario bastante explotado y poco novedoso. 

Por otro lado, las redes sociales y las plataformas de streaming de música tendrán cambios significativos. Las primeras, principalmente Facebook espera perder millones de usuarios jóvenes, que aplicaran una sanción social a la plataforma por el uso de datos privados con fines de lucro, injerencia en campañas políticas, incitación al odio y manipulación sistemática de sus usuarios. 

Como plan de choque, Facebook hoy Meta, buscará nuevas inversiones de plataformas de moda como Tik Tok o Snapchat, que pareciera en igual medida usar los datos de sus usuarios, pero sobre las cuales aún no recaen reclamos tan generalizados. Por su parte, grandes empresas como Spotify tendrán que renegociar los términos y condiciones con los artistas, dado que gran parte del ingreso se queda en las plataformas; a esto se suma la aparición de nuevas plataformas, con dinámicas que pueden resultar más atractivas para los artistas. 

La realidad de Estados Unidos también tendrá varios Cisnes Negros: aumento en su inflación de hasta un 15 % para el último cuatrimestre del año. Esto en razón al incremento de salarios de empresas en una búsqueda de mano de obra dispuesta y calificada para todas las industrias, lo que desencadenará un espiral de precios, que afectará principalmente al consumidor final. En lo que refiere a las elecciones legislativas, los pronósticos no acompañan a Joe Biden, quien se estima terminará como Barack Obama gobernando por decretos, lo cual profundizará una crisis de la democracia y el consenso del país. 

Por último, dos pronósticos más. El primero, la posibilidad de incidir en los precios de compañías en términos bursátiles por su falta de políticas sostenibles. Por ejemplo, Women´s Reddit podrá realizar operaciones coordinadas en bolsa hacia empresas con antecedentes débiles, escándalos o malas prácticas en temas de igualdad de género, afectando los precios de sus acciones. La segunda, los avances médicos permitirán aumentar la expectativa de vida en 25 años. Se imaginan vivir hasta los 115 años, en condiciones médicas viables.  

Sin duda, esto cambiaria el modelo mismo de la sociedad, de la sostenibilidad y el ciclo de vida como lo conocemos y tratamos de comprender hoy. Esto último, otra mala noticia para el planeta. 

Podemos encontrar más cisnes negros sin duda. Unos con un impacto más nacional, e incluso local, que afectan o transforman ecosistemas menos globales. Lo importante, es saber identificarlos y leerlos en términos del impacto que puede tener para la actividad propia, con una invitación a hacerse participe de estos, de una manera propositiva y sostenible.