Liderar es mover voluntades, es hacer que las personas e instituciones trabajen y logren un mismo objetivo. 

Liderar en el sector público es un verdadero desafío pues los líderes son elegidos o designados solo por un tiempo determinado. Además, no administran, ni toman decisiones sobre lo que es suyo o lo que es de alguien, si no sobre lo público, sobre lo que es de todos y para todos los ciudadanos de un país. 

Gestionar con liderazgo en el sector público tiene varias limitaciones y retos pues a diferencia de lo que ocurre en el ámbito privado, las instituciones públicas tienen por lo general una estructura organizacional rígida y estricta, controles externos financieros y funcionales que el líder no puede modificar porque son de aplicación obligatoria a todo el Estado. 

Por estas razones el líder en el sector público debe encontrar dentro de sí mismo maneras que le permitan combinar sus cualidades y capacidades con las características, formas y reglas de la Administración Pública. 

A continuación comparto contigo 5 ideas sobre ¿Cómo los gestores pueden liderar en el sector público?

Primero:

– Resiliencia: la capacidad de un líder público de superar, aprender, continuar y sobreponerse ante situaciones adversas. 

Segundo:

– Adaptación: la habilidad de un líder de no dejarse vencer por las situaciones indeseadas que se dan en el plano público como las duplicidades, la dispersión, la incertidumbre y los cambios constantes e inesperados. 

Tercero:

– Articulación: las destrezas de un líder en el Estado para trabajar enequipo, ganar adeptos, construir alianzas estratégicas, y no pretender lograr las cosas solo, sino movilizando voluntades. 

Cuarto:

– Comunicación: la capacidad del gestor público líder de transmitir con claridad un mensaje, un argumento, una estrategia, una motivación, una información o un mandato. 

Quinto:

– Conocimiento: el líder en el sector público debe comprender sus funciones, el sistema, el funcionamiento del sector público, especialmente el de la organización que dirige. 

Hoy en día ya no se trata de quiénes dirigen la Administración Pública, sino de hacia quienes va dirigida la Administración Pública, hoy es la persona, es el ciudadano, el protagonista del sector público, por ello los líderes son vistos hoy en día más que nada como servidores públicos, llamados a atender a los ciudadanos con transparencia y eficiencia.